El
hombre inicia su historia desde que ellos habitaban una tierra selvática
plagada de calamidades naturales. Se ocultaba en cavernas para protegerse de
las inclemencias del frío.
Después descubre el fuego y este hallazgo es considerado
el primero y más grande descubrimiento de la historia de la humanidad.
· El fuego le sirvió para protegerse
del frío invernal.
A la entrada de su gruta, le
defendió de los ataques de los grandes animales que no podía combatir.
· La carne que se procuraba para
alimentarse, producía mejor sabor a su paladar tostándola sobre el fuego, que
comiéndola cruda como hasta entonces.
· Atacó a las fieras primitivas con
antorchas llameantes y si era herido cauterizaba su piel sobre los rescoldos,
con grandes alaridos de dolor.
El
hombre primitivo vive aislado y forma parte de pequeños grupos familiares. Satisface
sus necesidades, con lo que la naturaleza pone al alcance de sus manos o bien
la pesca.
Cuando
el hombre primitivo vivía en estado nómada, vimos cómo la naturaleza le daba lo
suficiente para satisfacer sus necesidades, el observa cómo ella le brinda en
unas épocas más bienes que en otras y que esas épocas vienen a repetirse en
períodos de tiempo, más o menos determinados.
Su
comercio era, por tanto, nulo. Al no haber en esa época relaciones comerciales,
no existían formas contables con significado económico.
Después
de un largo período en el que unas familias se apropian de lo que producen
otras por medio del robo y la violencia, surgen con características, más o
menos pintorescas, las primeras manifestaciones del comercio. De entre ellas
señalamos la que se hace a modo de regalos y que consiste en dar los bienes
sobrantes, después de cubrir las necesidades, con la esperanza de recibir a
cambio y misma forma, los bienes sobrantes de las otras familias.
Después
aparece el comercio en forma de trueque, que consiste en cambiar unas cosas por
otras, el cual se encuentra dificultado en un principio por las luchas y
desconfianzas existentes entre los grupos humanos.
Finalmente, por la terminación de las luchas y
desconfianzas entre los grupos, surgen las primeras zonas neutrales en las
cuales se crean los mercados y se lleva a cabo el trueque, de manera parecida,
a como hoy se hace: Cambiando unas cosas por otras.
Con el correr de los tiempos, esas familias nómadas
empiezan a hacerse sedentarias y se ponen en contacto con otras.
En sus tierras cuida sus rebaños y cultiva gran parte
de los productos agrícolas que requiere para satisfacer sus necesidades. En
este momento, el hombre pasa a ser propietario de su vivienda, de los terrenos
que cultiva, del fruto de sus cosechas, de los rebaños a su cuidado y de un
pequeño equipo de herramientas que utiliza para el trabajo.
Ahí
surge la necesidad de anotar sus posesiones las relaciones de comercio que
empieza a mantener con otros grupos. Entonces aparecen las primeras
manifestaciones contables con significado comercial.
Las
primeras formas de anotación de que se vale el hombre para medir es la
utilización de los dedos de sus manos.
Cuando necesita dejar historia de los hechos medidos, no emplea sus dedos sino
que abre muescas en el tronco de un árbol. Según esto, si lo que desea recordar
es un hecho, hace una muesca, si dos, dos muescas y así sucesivamente.
Algunas de sus formas contables primitivas fueron:
TARRAJA O TERRAJA: Forma primitiva contable que
consiste en una tira de cuero para llevar las cuentas así: Se hacen muescas en
cada lado, quedando de este modo como una doble sierra; cada diente de ella
representa una unidad y cada diez dientes, se recorta uno para indicar la
decena.
TARJA:
Consiste en un trozo de madera o caña partido en dos secciones iguales a lo
largo, con un tope para el encaje en uno de sus extremos. Cuando se compra algo
a crédito, se unen las dos secciones y se hace una muesca que las señale. Por
cada transacción se hará una nueva muesca. Una sección de la tarja estará
siempre en poder del comprador y la otra en poder del vendedor. En el momento
de hacer el pago se unen y confrontan las dos mitades para que no haya engaño
en la cuenta y se liquida la misma según el número de muescas.
Evoluciones comerciales y sociales posteriores han
superado las formas de trueque y al aparecer el dinero en los mercados, se
cambia éste por cosas.
Otra clase de intercambio comercial que aparece con la
mayor confianza entre los grupos y entre los individuos, es el crédito que
consiste en recibir un bien presente, entregando en su lugar una promesa de
cambio en el futuro.
Otra
clase de intercambio comercial que aparece con la mayor confianza entre los
grupos y entre los individuos, es el crédito que consiste en recibir un bien
presente, entregando en su lugar una promesa de cambio en el futuro.
Entre
los 5.000 y 2.000 años antes de Cristo A. de C: encontramos civilizaciones muy
desarrolladas en su estructura social y económica. De ellas destacamos la
babilónica y la egipcia en las que se observa un gran desarrollo del comercio,
de los negocios y la aparición y organización de un poder central, el cual ha
de preocuparse por solucionar una serie de problemas que atañen a toda la
colectividad y que son imposibles de solucionar por sus miembros aisladamente.
Además nacen las instituciones bancarias como necesidad del momento.
Ante
la situación que exponemos se hace necesario mejorar las primitivas formas
contables, para atender:
a)
a los negocios en mayor escala; b) al nuevo negocio bancario y c) a las
actividades económicas del poder central.
a)
Para atender a los negocios en mayor escala, tanto en Babilonia como en Egipto,
no sólo se emplean las formas contables que hemos descrito anteriormente, sino
que además se utilizan otras más avanzadas que han sido observadas a través de
los descubrimientos históricos de Pizarras Babilónicas y Papiros Egipcios donde
podemos apreciar una serie de anotaciones escritas, tales como: pagos de salarios, transacciones a crédito,
transacciones de mercado con vigilancia oficial y anotaciones sobre los bienes
propiedad de las personas; que dan idea de una mayor evolución contable.
También
se conoce de esa época otro modo de llevar las cuentas, que más tarde trasladan
a las pizarras y papiros mediante la utilización de Ábacos los cuales en su
primera manifestación, eran una forma de contar según la cual ejecutaban sobre
las pizarras varias hendiduras y en ellas se iban disponiendo piedritas de tal
forma que las colocadas en la primera hendidura de la derecha indicaban
unidades; en su anterior, decenas; en la anterior a ésta, centenas, etc. El
sistema de ábacos se desarrolló grandemente en el mundo antiguo adquiriendo
gran importancia en Roma, donde se empleaba combinando cuentas blancas y
negras; unas para designar los aumentos y otras las disminuciones en las
operaciones comerciales.
b)
En la etapa de las civilizaciones antiguas que estamos analizando surge como
hemos dicho, un negocio nuevo que son los bancos.
Los
comerciantes y los campesinos ante la inseguridad en sus casas, que están sometidas
al riesgo del saqueo, llevan sus bienes, dineros y cosechas al palacio, al
templo o a algunos lugares con solidez en su edificación. Estos son los
primeros edificios bancarios.
De
estas épocas quedan testimonios interesantes que hacen referencia al negocio
bancario y a sus registros contables. Se han encontrado tablas y papiros con
anotaciones sobre depósitos de mercancías y dinero, préstamos de dinero con
intereses y anticipos sobre negocios y cosechas, no sólo en Babilonia y Egipto,
sino en muchos otros pueblos de la antigüedad.
En
algunos casos la perfección de las formas empleadas se aproxima en cierto modo
a las del sistema actual.
Esta labor
de fijar la información de un modo duradero o de crear un soporte para la
memoria de las cuentas, siguen cumpliéndola todavía hoy los contadores
modernos.
2 comentarios:
loko hermano
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